Leer
prensa me resulta placentero, especialmente cuando existe la posibilidad, no de
leer las noticias que por obvias resultan aburridas ni de información ya
vaciada de contenido por su reiteración en otros medios el día anterior, sino
de alcanzar aquello que los sociólogos ingleses denominan el carácter del “news
and views paper” frente al “newspaper” tradicional. La prensa tiene, o debe tener, un carácter
didáctico, ofreciendo múltiples opciones de trabajo a partir de ella. Así, por ejemplo, el suplemento El País de los Estudiantes, que llega a
los centros escolares cada lunes desde enero hasta abril y que, en materias
como las Ciencias Sociales, se convierte en un manual de texto de primer orden,
por encima incluso del libro de texto.
Acabar
de leer un periódico y haber obtenido un aprendizaje supone un elemento más
dentro de esa formación continua tan necesaria y que solo algunos diarios saben
conseguir (la mayoría de los que no lo logran carecen de dos criterios:
capacidad e intencionalidad). El ámbito
educativo suele ser profundamente tratado y muchas voces aparecen en las
páginas del diario El País. Veamos algunas muestras:
·
José Saturnino Martínez García (sociólogo):
“El porcentaje de alumnado excelente es más bajo en España, en parte debido a
que los hijos de personas de alto origen social no lo están haciendo tan bien
como sus homólogos de otros países desarrollados, mientras que los de bajo
origen social lo hacen igual (y en [algunas]pruebas de PISA claramente mejor).
Podemos afirmar, pues, que tenemos más
equidad, no debido a que todos lo hagan igualmente mal, como muchas veces se
afirma sin rigor, sino a que los hijos de los grupos socioeconómicamente
favorables son los que lo hacen peor que sus homólogos de otros países”. 2-IV-2014, p. 35.
·
Rocío García, en referencia a la película
documental Las maestras de la República,
de Pilar Pérez Solana, premiada en los últimos Goya: “El pedagogo de la
Institución Libre de Enseñanza Manuel Cossío recomendaba a la maestra María
Sánchez Argós trabajar con alma, con entusiasmo”. […] “Si yo quisiera decir lo que era entonces
para mí la política, no sabría. Yo creía
en la cultura, en la educación, en la justicia.
Amaba mi profesión y me entregaba a ella con afán” (reflexión de la
maestra Gabriela López Pardo en el libro de Josefina Aldecoa: Historia de una maestra). 15-III-2014. Babelia, p. 16.
·
Gustavo Puerta Leisse, en relación con la
publicación del libro de F. Escribano, F. Ferrándiz y Q. Solé, Antoni Benaiges, el maestro que prometió el
mar: “Las condiciones eran precarias y las premisas de su pedagogía
chocaban con las certezas imperantes.
Pues no solo argüían la urgencia de una escuela laica, mixta e
igualitaria sino que además cuestionaban el carácter homogeneizador y autoritario
del libro de texto; la vacuidad de un currículo que antepone la pretensión de
transmitir conocimientos preestablecidos a las necesidades individuales de
aprendizaje; y denunciaban la humillación diaria del niño por parte de adultos
que, con el pretexto de que saben lo que es mejor para él, imponen su poder y
coartan su libertad y afectividad”.
Ibídem.
·
Eva Hache (actriz, cómica y presentadora): “Educar
viene del latín educare, que
significa sacar, extraer. Ojalá en las
escuelas se dedicaran a extraer de nosotros todo lo que llevamos dentro, en
lugar de meter a la fuerza y con prisa lo que marca un ministerio de turno […]
Alumno viene del latín alere,
alimentar.
Queremos hijos obedientes, que no llamen la
atención. Pero también queremos adultos
que no sean sumisos, que destaquen por algo, que sean creativos, asertivos,
rebeldes si hace falta. Queremos hijos
que no molesten pero que sepan luchar por sus derechos mejor que nosotros.
´El sistema educativo actual es un
entrenamiento para aprobar exámenes´. No lo digo yo, lo dicen expertos como
Richard Gerver. Expertos que todo el
mundo admira pero a los que nadie hace ni puñetero caso porque serán unos
utópicos recalcitrantes que viven con los pies a un metro y medio del suelo”. 29-III-2014. SModa, p. 66.
·
Ángel Santamaría (profesor de Lengua y
Literatura), en relación con el informe PISA: “La educación no se mide con una
nota, no es el resultado de un examen por muchas variables que se
incluyan. Este éxito escolar que se ha
definido no se corresponde con el desarrollo integral de la persona y la
realidad confirma que tampoco da de comer al titulado. La definición de éxito debe incluir la
creatividad, el comportamiento ético, la honradez, la solidaridad…”.
Y en relación con la famosa comparativa con el
modelo finlandés: “Finlandia erradicó el analfabetismo a finales del siglo
XVIII y en los años setenta España tenía aún dos millones y medio de
analfabetos. En los setenta nuestro
gasto público en educación era del 1´8% del PIB, y en Finlandia ya era del 5´5%”.
26-III-2014, p. 60.
·
Manuel Vicent (escritor y periodista): “La
travesía va a ser larga, azarosa, llena de escollos […], todas las medidas […]
contra el derecho de los estudiantes a realizar sus sueños […] privilegios de
clase, fanatismo religioso serán equivalentes a las acciones brutales de
aquellos corsarios […] Algunos soñarán con cambiar el mundo, otros se
conformarán con llevar una vida a ras de la existencia […] El tesoro es todo lo
que habéis aprendido, los libros que habéis leído, la cultura que hayáis
adquirido. Ese tesoro que lleváis con
vosotros no será detectado por ningún escáner, cruzará libremente todas las
aduanas y fronteras, y tampoco ningún pirata os lo podrá nunca arrebatar”. 10-XII-2014,
p. 60.
·
Antonio Villar (catedrático de Análisis
Económico), tras un exhaustivo análisis: “PISA 2012 muestra, una vez más, la
irrelevancia de la educación en colegio público o privado con respecto al
rendimiento educativo, así como la diferente participación en la educación privada
de los hijos de familias con diferente estatus socioeconómico y cultural. De ahí se deduce que la financiación pública
de la educación privada favorece principalmente a los grupos sociales con
mayores recursos, sin que los resultados académicos justifiquen la regresividad
de este tipo de medida.
En resumen, los datos sugieren que el sistema
educativo español no termina de conseguir igualar las oportunidades de nuestros
jóvenes, genera una cierta polarización entre repetidores y no repetidores que refleja
la desventaja social de las familias más desfavorecidas y patrocina a los
grupos sociales con más medios la financiación de la educación privada”. 5-XII-2013,
p. 31.